El Camino a PARAMA PURUSHA es LA ENTREGA; y EL ENCUENTRO se da cuando te importa más el otro.
La DEVOCION DEL ENAMORADO junto a la emoción de sentirte amado, es la hoguera donde arde EL FUEGO DEL ESPIRITU.
Tanto caminar y al final volví a mi origen: todo cedió ante el Omnipotente ESPIRITU SANTO, y el Poder del Nombre de JESUS.
"NIEGUESE a sí mismo, CARGUE su cruz y SIGAME" ¿Eres posesion de Cristo o todavía mandas TU en SU casa?, la que dejó a tu cuidado.
No busques más... Sé EL... ESO QUE BUSCAS... pero no lo puedes identificar... ni en tí. Con DIOS lo tienes TODO. En vez de poner tu afán en Ascender como dicen todos en la "New Age", haz que venga el REINO DE DIOS a la Tierra. Ahí está la Perfección, en que EL haga en nosotros Su Gran Obra. Maranata!

03 septiembre 2011

LA IMPORTANCIA DE LA MADRE

Jesús dijo en la cruz a Juan (al hombre): "he ahí a tu Madre".

Decía el Padre Pío, un santo estigmatizado que entre otras cosas tenía el don de bilocarse en dos sitios a la vez y a través del cual el Espíritu hacía tremendos milagros, que la madre es el mar que tenemos que atravesar para llegar a Jesús.

Si me pregunto a través de quien nos dió el Señor, a Nuestro Cristo Jesús, la respuesta brota con el mismo fulgor de revelación por la cual el Padre Pío afirmó lo anterior: Jesús nos llega a través de María.



En la genealogía de Jesús en Mateo por ejemplo, se cita al varón que engendra al hijo, pero solo se nombran dos mujeres por su importancia, la una por ser gentil y convertida, y la otra por ser María la Madre, pero no se nombra que José engendrase a Jesús evidentemente.

Jesús no viene caído del cielo de pronto o sabe Dios de donde, como Melquisedec, sino que Dios instaura al Cristo dentro de una familia, porque es como quiere que sea esta el motor de la vida espiritual en el mundo. Así mismo sin el Padre ni la Madre no podemos llegar a Jesucristo. 
 
La Madre siempre está ahí, como estuvo a los pies de Jesuscristo cuando El padecía en la cruz para darse, para darnos el camino. La Madre siempre está dispuesta a parir para ti, a poner sus entrañas a tu disposición, a darse en la naturaleza, siempre dando, alimentándonos con sus frutos, sus granos, sus brotes...

Honra y si es preciso pide perdón o perdona a la madre que te llevó en su vientre, bendice a la Madre Tierra Pachamama y encomiendate a tu Madre Espiritual María.

En todas las culturas está representada la Divina Madre. No hay unidad familiar sin trinidad, ni habrá hermandad mientras falte uno de estos: Padre, Madre e Hijo.

La Madre siempre nos espera con los brazos abiertos. Si esto es para tí, acercate ahora a ella que nunca es tarde. 

Sin Madre no hay HIJO.

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