El Camino a PARAMA PURUSHA es LA ENTREGA; y EL ENCUENTRO se da cuando te importa más el otro.
La DEVOCION DEL ENAMORADO junto a la emoción de sentirte amado, es la hoguera donde arde EL FUEGO DEL ESPIRITU.
Tanto caminar y al final volví a mi origen: todo cedió ante el Omnipotente ESPIRITU SANTO, y el Poder del Nombre de JESUS.
"NIEGUESE a sí mismo, CARGUE su cruz y SIGAME" ¿Eres posesion de Cristo o todavía mandas TU en SU casa?, la que dejó a tu cuidado.
No busques más... Sé EL... ESO QUE BUSCAS... pero no lo puedes identificar... ni en tí. Con DIOS lo tienes TODO. En vez de poner tu afán en Ascender como dicen todos en la "New Age", haz que venga el REINO DE DIOS a la Tierra. Ahí está la Perfección, en que EL haga en nosotros Su Gran Obra. Maranata!

30 agosto 2009

¿Quienes son los vencedores del Apocalipsis?

Adjunto la mejor respuesta.... la encontré en otra web y me llenó...

El propósito eterno de Dios es establecer la soberanía universal y señorío de Su Hijo además de hacerle el primogénito entre muchos hijos. Hemos aprendido que la iglesia es el vehículo que usa Dios para llevar a cabo este objetivo. En nuestros días, no obstante, no es difícil ver que la exteriorización del testimonio de la iglesia se encuentra en un estado deplorable.

Persisten las divisiones entre la iglesia, la carnalidad marcha rampante entre nosotros, el Señorío de Cristo ha sido remplazado por sistemas hechos por el hombre y pocos cristianos tienen un claro entendimiento del propósito de Dios. Tristemente, la mayor parte de los cristianos se encuentran atrapados en sus propios intereses en lugar de los intereses de Dios.

De acuerdo con esto, la victoria de Cristo no puede verse en las vidas de la mayor parte de los creyentes. Así Dios no puede depender de la iglesia entera para llevar a cabo Su propósito. ¿Quiere esto decir que Dios no puede llevar a cabo su intención última? En absoluto. Pues en tanto que Dios no puede depender de todo Su pueblo, para llevar a cabo Su objetivo, Él pone Sus ojos en un remanente para llevarlo a cabo por ellos. La Escritura identifica a este remanente como -los vencedores-.

El llamado a vencer

En tiempos de un casi universal fracaso espiritual, Dios siempre se las ha arreglado para levantar un pequeño grupo de gente que mantiene Su testimonio en la tierra para vencer al trabajo del enemigo. Tales situaciones se encuentran tanto en la Biblia, como en la historia de la iglesia.

El libro de la Apocalipsis fue escrito en un momento de decline espiritual. Tal como leemos en los capítulos 2 y 3 las iglesias están alejándose del pensamiento original de Dios. El Señor buscó la forma de asegurarse un grupo de creyentes, en cada iglesia local, que llevaría a cabo el cumplimiento del llamado a vencer por Él. Dios señala a -los vencedores- de cada una de las siete iglesias de Asia la promesa de un premio especial. Hoy el Señor aún sigue llamando a Su pueblo con el grito de vencer. Escuchemos este llamado:

Apocalipsis 2:7 (a la iglesia de Efeso)

7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios’ -.

Apocalipsis 2:11 (a la iglesia de Esmirna)

11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la segunda muerte’ -.

Apocalipsis 2:17 (a la iglesia de Pérgamo)

17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré de comer del maná escondido, y le daré una piedrecilla blanca y en la piedrecilla un nombre nuevo escrito, el cual nadie conoce sino el que lo recibe’ -.

Apocalipsis 2:26 (a la iglesia de Tiatira)

26 Al vencedor que guarde mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones;

Apocalipsis 3:5 (a la iglesia de Sardis)

5 El vencedor será vestido de vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.

Apocalipsis 3:12 (a la iglesia de Filadelfia)

12 Al vencedor yo lo haré columna en el templo de mi Dios y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, con mi Dios, y mi nombre nuevo.

Apocalipsis 3:21 (a la iglesia de Laodicea)

21 Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.

Apocalipsis 21:7 (a todos los santos)

7 El vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.

La vasija de los vencedores

¿Quién es exactamente un vencedor? Para comenzar diremos que el vencedor no es una clase especial o peculiar forma de cristiano. Los vencedores no son cristianos que se han ganado el privilegio de ser llamados de forma diferente que la de sus hermanos. Un vencedor es simplemente un cristiano normal. Tal como el hermano WatchmanNee enfatizó en su libro -La vida normal cristiana-, un cristiano normal es aquel que cumple y camina en todo lo que Dios nos ha asegurado por medio de Su Hijo. Un cristiano normal es aquel que hace suya la victoria de Cristo. Así los vencedores del mundo, de la carne y del demonio lo logran dejando vivir en ellos la vida de Jesucristo.

El hermano Nee apunta que todos los cristianos que no llegan a alcanzar lo que Dios nos ha proveído por medio de la cruz, son subnormales. Esta noción, no obstante, no es muy popular. En las mentes de muchos cristianos una persona que vence al mundo, la carne y el demonio es una criatura única y rara. Pero la vida vencedora es perfectamente normal para un cristiano.

Romanos 6:14

14 El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.

2 Corintios 2:14

14 Pero gracias a Dios, que nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento,

1 Juan 5:4-5

4 porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Un vencedor es simplemente un cristiano normal. Pero como, en el día de hoy, la cristiandad se encuentra en un estado anormal, hay pocos vencedores. La mayoría son los vencidos.

Los vencedores son aquellos que buscan la intención original de Dios, se mantienen en ella y la cumplen. En una palabra, un vencedor es aquel que es útil al propósito de Dios. Los vencedores son el grupo de creyentes que Dios utiliza para vencer a Su enemigo y establecer Su reino sobre la tierra. Los vencedores son aquellos que son maduros, victoriosos y están listos para el retorno de Cristo. Los vencedores hacen por Dios lo que la iglesia ha dejado por hacer. Están en la tierra por Dios y para recobrar Su testimonio. Son aquellos que entraron en la victoria de Cristo y siguen Su ejemplo de vencedores.

Apocalipsis 3:21; 17:18

21 Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.

Apocalipsis 3:21; 17:18

18 Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra».

Representando y beneficiando a la iglesia

Así pues, todo aquello que la iglesia dejó de hacer, los vencedores lo hacen por ella. En el pensamiento de Dios, los vencedores representan a toda la iglesia. Ellos se mantienen en una posición relativa por toda la iglesia, el Señor los asegura en beneficio de todo el cuerpo. Puesto que los vencedores están listos para la venida de Cristo, Dios ve a la entera iglesia como una Novia que está lista para Su Hijo. Números nos ilustra esta verdad.

Números 23:21

21 No ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto perversidad en Israel.

Jehová, su Dios, está con él, y ellos lo aclaman como rey.

La situación de este pasaje nos dice que Israel ha murmurado contra Dios por diez veces...

Números 14:22

22 que ninguno de los que vieron mi gloria y las señales que he hecho en Egipto y en el desierto, los que me han tentado ya diez veces y no han oído mi voz,

Israel ha pecado contra el Señor por medio de su incredulidad. Como resultado, Dios los ha excluido de la tierra de Canaán. Sin embargo, bajo el liderazgo de Josué y Caleb, Dios hizo salir una nueva generación de israelitas, después de deambular 38 años por el desierto. Aquí, en Números 23:23, el profeta Balac da la profecía de Dios referente a Israel. Dice que Dios no ha visto perversidad en Israel.

Debido a que Josué y Caleb eran fuertes en su fe, ellos representaban a todo Israel frente a Dios. Josué y Caleb eran el remanente que representaba al pueblo de Dios. De la misma manera, hoy Dios mira a la iglesia como victoriosa cuando Él ve a un grupo de gente que se mantienen firmes por su testimonio, en la tierra.

En tanto es verdad que Dios llama a todo Su pueblo querido a cumplir Su propósito, no todos responden al llamado. Aquellos creyentes que no responden Su llamado no son menos queridos por el Padre. Simplemente, ellos son menos útiles para Su causa. Supongamos que yo soy el padre de cinco jóvenes y deseo que todos ellos trabajen para mí en la edificación de mi negocio. De los cinco, solamente uno decide trabajar para mí. Él es un dedicado trabajador y llena mi corazón.

Los otros cuatro están indecisos sobre lo que quieren hacer. De hecho no hacen nada. Me preocupo de su futuro, por su falta de motivación. Básicamente, no están listos para trabajar para mí porque están muy preocupados con sus propios intereses. Como buen padre, amo a mis hijos por igual. Sin embargo, solamente uno es útil a mi propósito, en tanto los otros cuatro no lo son.

Y así es con el Señor y Sus amados hijos. Referente a la naturaleza, todos somos amados igualmente por el Padre, puesto que todos hemos nacido dentro de y compartimos su familia. Mas con respecto al trabajo, todos nos encontramos en diferentes niveles. Para Él, algunos son más útiles que otros

El principio del remanente

Los vencedores son el remanente de Dios que llevan a cabo Su meta. Una cuidadosa lectura del Antiguo Testamento nos revelará que Dios siempre trabaja con un remanente para representar y beneficiar a todo Su pueblo llevando a cabo Su propósito. La palabra -remanente- connota dos pensamientos, parcialidad y supervivencia. Un remanente es la parte de un todo - en particular esa parte que permanece y sobrevive. El principio del trabajo de Dios es que Él trabaja desde los pocos hacia los muchos. Él mueve desde el interior para alcanzar el exterior. Trabaja por medio del remanente para alcanzar las masas.

Dios levantó al patriarca Abraham (los pocos) para alcanzar a las naciones (los muchos). Levantó a Moisés y a Aarón (los pocos) para salvar al pueblo de Israel (los muchos) de la esclavitud. Finalmente levantó a Cristo y a los doce apóstoles (los pocos) para alcanzar a las multitudes (los muchos) por medio del Evangelio.

Hoy día, Dios trabaja con el remanente (los pocos) para beneficiar a toda la iglesia (los muchos). Utiliza un grupo de Su pueblo para representar y beneficiar al resto. El Antiguo Testamento está repleto con historias que dan ejemplo de este principio espiritual. Tomemos en consideración, sin embargo, que a pesar que las cosas externas del Antiguo Testamento ya pasaron, los principios espirituales encontrados en ellas permanecen eternos. Lo mismo ocurre con el principio del remanente. Echemos una mirada a algunos ejemplos encontrados en el Antiguo Testamento para ilustrar este principio.

Josué y Caleb

Numeros 13:21-33

21 Ellos subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, junto a la entrada de Hamat.

22 Subieron al Neguev y llegaron hasta Hebrón. Allí vivían Ahimán, Sesai yTalmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.

23 Llegaron hasta el arroyo Escol y allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual llevaron entre dos en un palo, y también granados e higos.

24 Y se llamó aquel lugar el valle del Escol, por el racimo que allí cortaron los hijos de Israel.

25 Al cabo de cuarenta días regresaron de reconocer la tierra.

26 Fueron y se presentaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades. Les dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron los frutos de la tierra.

27 También les contaron:

«Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; estos son sus frutos.

28 Pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; también vimos allí a los hijos de Anac.

29 Amalec habita el Neguev; el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte; el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán».

30 EntoncesCaleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:

-Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos.

31 Pero los hombres que subieron con él dijeron:

-No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.

32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo:

-La tierra que recorrimos y exploramos es tierra que se traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en medio de ella es gente de gran estatura.

33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos.

Ante el reporte negativo de los que fueron a explorar la tierra se encuentra el de Caleb, - Caleb significa -capaz- y es un tipo de vencedor - tal como se expresa en el versículo 30. Por medio de su fe y su espíritu militante, Caleb estaba dispuesto a ir a ganar terreno para Dios y vencer a Sus enemigos. Pero Israel se hundía en su incredulidad. Como resultado de ella, el propósito de Dios para obtener la tierra quedó retrasado en 38 años. No obstante, Caleb entró en la tierra, en tanto que la generación original de israelitas murieron en el desierto. Josué también entró en la tierra prometida (Josué es una sombra del Señor Jesús, puesto que él fue quién condujo a Israel hacia la tierra prometida.)

Más adelante leemos...

Números 14:24

24 Pero a mi siervo Caleb, por cuanto lo ha animado otro espíritu y decidió ir detrás de mí, yo lo haré entrar en la tierra donde estuvo, y su descendencia la tendrá en posesión.

Caleb tenía -otro espíritu-, es decir, tenía un espíritu de vencedor. Tenía el espíritu de fe para dar la batalla divina. Lo que es más, Dios prometió que la semilla de Caleb poseerían la tierra. ¿Quiénes son la semilla de Caleb? Aquellos que tienen el mismo espíritu de Caleb, el espíritu de fe y militancia sin miedo. Todos aquellos que son capaces de tomar a Dios por Su Palabra y, sin miedo, lleven a cabo la batalla de Dios. Esos son la semilla de Caleb. Esos son los vencedores. Por medio de la fe de Caleb, toda Israel finalmente pudo entrar en la tierra. De nuevo Dios trabaja desde los pocos (Caleb y Josué) para los muchos (Israel).

Gedeón y los 300 guerreros

En el libro de Jueces, de nuevo encontramos el principio de los vencedores.

Jueces 7:1-8

1 Jerobaal, que es otro nombre de Gedeón, y todos los que estaban con él, se levantaron de mañana y acamparon junto a la fuente Harod. El campamento de los madianitas les quedaba entonces al norte, en el valle, más allá del collado de More.

2 Jehová dijo a Gedeón:

«Hay mucha gente contigo para que yo entregue a los madianitas en tus manos, pues Israel puede jactarse contra mí, diciendo: -Mi mano me ha salvado-.

3 Ahora, pues, haz pregonar esto a oídos del pueblo: -Quien tema y se estremezca, que madrugue y regrese a su casa desde el monte de Galaad-».

Regresaron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.

4 Jehová dijo de nuevo a Gedeón:

«Aún son demasiados; llévalos a beber agua y allí los pondré a prueba. Del que yo te diga: -Vaya este contigo-, irá contigo; pero de cualquiera que yo te diga: -Que este no vaya contigo-, el tal no irá».

5 EntoncesGedeón llevó el pueblo a las aguas, y Jehová le dijo:

«A cualquiera que lama las aguas con la lengua como lo hace el perro, lo pondrás aparte; y lo mismo harás con cualquiera que doble sus rodillas para beber».

6 El número de los que lamieron llevándose el agua a la boca con la mano fue de trescientos hombres; el resto del pueblo dobló sus rodillas para beber las aguas.

7 Entonces Jehová dijo a Gedeón:

«Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré y entregaré a los madianitas en tus manos; váyase toda la demás gente cada uno a su lugar».

La situación es como sigue: recogiendo el contenido de los capítulos 6 y 7, vemos que Israel ha caído en manos de Madián hacía ya 7 años. Dios había levantado a Gedeón para salvar a Israel de las manos de los madianitas. Para ello Gedeón necesitaba soldados que le ayudaran. Dios le dio 10.000 soldados para ello. Pero solamente 300 fueron calificados para salvar a Israel de Madián.

Tal como leemos en el pasaje, Dios invocó un proceso de selección con objeto de extraer aquellos que serían útiles a Su propósito. La compañía de Gedeón representa la obra de Dios para traer a efecto la efectividad espiritual. De los 10.000 solamente 300 fueron seleccionados para el uso de Dios. Todos aquellos que poseían corazones temerosos, divisivos y complacientes fueron descalificados para este servicio. Un remanente de solamente 300 fueron los que trabajaron, sufrieron y pagaron el precio de vencer a Madián. Debido a esta escogida selección de unos pocos, la totalidad de la nación fue beneficiada.

Reconstruyendo el templo

El libro de Esdras contiene un bello cuadro que nos muestra cómo Dios construirá Su iglesia en los últimos días.

Esdras 3:8

8 En el segundo año de su venida a la casa de Dios en Jerusalén, en el segundo mes, comenzaron la obra Zorobabel hijo de Salatiel, Jesúa hijo de Josadac, con el res­to de sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían regresado a Jerusalén de la cautividad; y pusieron a los levitas mayores de veinte años a dirigir la obra de la casa de Jehová.

Como ya hemos visto, solamente un remanente regresó a Jerusalén desde su exilio en Babilonia para reconstruir el templo. Tristemente, muchos de los israelitas permanecieron en Babilonia. Ellos llevaban una vida muy cómoda viviendo en un imperio extranjero. No estaban dispuestos a pagar el precio de someterse al llamado de Dios y regresar a su tierra.

Hageo 1:2-8

2 «Así ha hablado Jehová de los ejércitos: Este pueblo dice: -No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada-».

3 Entonces llegó esta palabra de Jehová por medio del profeta Hageo:

4 «¿Es acaso para vosotros tiempo de habitar en vuestras casas artesonadas, mientras esta Casa está en ruinas?

5 Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.

6 Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no os saciáis; bebéis, pero no quedáis satisfechos; os vestís, pero no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su salario en saco roto.

7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.

8 Subid al monte, traed madera y reedificad la Casa; yo me complaceré en ella y seré glorificado, ha dicho Jehová.

Fue solamente un remanente el que regresó a Israel para reconstruir el templo para testimonio de Dios.

Esdras 9:7-8

7 Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de los países, a la espada, al cautiverio, al robo y a la vergüenza que cubre nuestro rostro, como todavía sucede.

8 Ahora, por un breve momento, nos ha mostrado su misericordia Jehová, nuestro Dios, y ha hecho que nos quedara un resto libre, y nos ha dado un lugar seguro en su santuario. Así nuestro Dios ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un poco de vida en medio de nuestra servidumbre.

Lo mismo ocurre en el día de hoy. Dios no tiene necesidad de todo el cuerpo de Cristo para venir en unidad y mantener el terreno para Él y recobrar Su testimonio, Él solamente necesita un remanente para llevar a cabo esta tarea por Él.

Hageo 1:14

14 Así despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo. Ellos fueron y comenzaron a trabajar en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios.

Es la voluntad de Dios para todos en la iglesia, el levantarse y restaurar Su testimonio, pues Dios desea que Su iglesia sea edificada en unidad. Sin embargo, para construir, tenemos que dejar a un lado nuestras comodidades, dejar nuestras vidas y dejar de poner excusas. La confrontación de Hageo con Israel referente al tiempo de construir la casa de Dios aún nos habla fuertemente en estos días. (Hageo 1:4-8)

Otros pasajes que ilustran el principio de los vencedores son los siguientes: Jeremías 23:1-8, Sofonías 2:9, 3:13, 4:6-8, 2 Crónicas 30:6, 2 Reyes 19:30-31, Isaías 10:20-22, e Isaías 11:11-12. En todas esas narraciones vemos cómo Dios trabaja con un remanente de Su pueblo, para llevar a cabo Sus objetivos. En el día de hoy, Dios aún tiene sus -siete mil- (figurativo) que -no se han postrado ante Baal- (1 Reyes 19:18). Esos son los vencedores.

Una ciudad dentro de la ciudad

Jerusalén es la ciudad principal en el Antiguo Testamento. Cuando leemos los salmos, encontramos que hay una ciudad prominente dentro de la ciudad de Jerusalén. Esa ciudad es Sión.

2 Samuel 5:7

7 Pero David tomó la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David.

Salmos 48:2

2 ¡Hermosa provincia,

el gozo de toda la tierra

es el monte Sión, a los lados del norte!

¡La ciudad del gran Rey!

Sión es una ciudad dentro de la ciudad, un pueblo dentro del pueblo. En tanto que Jerusalén significa la iglesia, Sión significa los vencedores dentro de la iglesia. Una cuidadosa lectura al Antiguo Testamento (particularmente los Salmos) muestran cómo todas las condiciones de Dios son otorgadas en primer lugar a Sión. Cuando Sión es obediente, Jerusalén cosecha los beneficios. La Biblia enseña que Dios bendice a Jerusalén por medio de Sión. Todas las bendiciones dadas a Jerusalén, fluyen de Sión. Consideremos los siguientes pasajes que muestran que Jerusalén (la iglesia) se beneficia de Sión (los vencedores).

Salmos 128:5

5 ¡Bendígate Jehová desde Sión,

y que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

Salmos 50:2

2 Desde Sión, perfección de hermosura,

Dios ha resplandecido.

Salmos 51:18

18 Haz bien con tu benevolencia a Sión.

Edifica los muros de Jerusalén.

Joel 3:17

17 Entonces conoceréis

que yo soy Jehová, vuestro Dios,

que habito en Sión, mi santo monte.

Jerusalén será santa

y extraños no pasarán más por ella.

Salmos 102:21

21 para que se publique en Sión el nombre de Jehová

y su alabanza en Jerusalén,

Salmos 14:7

7 ¡Ah, si de Sión viniera la salvación de Israel!

Cuando Jehová haga volver a los cautivos de su pueblo,

se gozará Jacob, se alegrará Israel.

Salmos 69:35

35 porque Dios salvará a Sión

y reedificará las ciudades de Judá;

habitarán allí y la poseerán.

Salmos 87:2

2 Ama Jehová las puertas de Sión

más que todas las moradas de Jacob.

En estos pasajes, aprendemos que el nombre de Dios, la salvación, las bendiciones y Presencia, todo fluye desde Sión. Como resultado, Jerusalén es bendecida y el pueblo de Dios liberado de su cautividad. Por tan­to, cuando Dios posee Sión, Él posee Jerusalén. De esta manera Su intención es cumplida.

Salmos 102:16

16 por cuanto Jehová habrá edificado a Sión

y en su gloria será visto.

Cristo está esperando la construcción de Sión

Además de todo esto, las Escrituras enseñan que Sión es el centro del gobierno de Dios...

Isaías 2:3

3 Vendrán muchos pueblos y dirán:

«Venid, subamos al monte de Jehová,

a la casa del Dios de Jacob.

Él nos enseñará sus caminos

y caminaremos por sus sendas».

Porque de Sión saldrá la Ley

y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Isaías 24:23

23 La luna se avergonzará

y el sol se confundirá,

cuando Jehová de los ejércitos reine

en el monte Sión, en Jerusalén,

y brille su gloria delante de sus ancianos.

Salmos 110:2

2 Jehová enviará desde Sión

la vara de tu poder:

«¡Domina en medio de tus enemigos!

Sión es el lugar donde la soberanía de Dios es reconocida y sometida.

Isaías 33:5

5 Será exaltado Jehová,

el cual mora en las alturas.

Él llena a Sión de derecho y de justicia.

Joel 3:16

16 »Jehová rugirá desde Sión,
dará su voz desde Jerusalén
y temblarán los cielos y la tierra;
pero Jehová será la esperanza de su pueblo,
la fortaleza de los hijos de Israel.

Consecuentemente, el pueblo de Sión está constituido por aquellos que se someten a la autoridad del reino de Dios y ellos gobernarán con Cristo. Seamos nosotros de aquellos que no se conforman en vivir en Jerusalén sino de los que entran en la ciudad de Sión donde la presencia de Dios habita en toda Su plenitud.

La evaluación de un voto especial

Uno de los cuadros más bonitos que ilustra el trabajo de los vencedores, se encuentra en Levítico 27. En este pasaje, leemos acerca del voto de estimación (evaluación). Siempre que una persona que no sea levita haga un voto para dedicarse ellos, u otros, a Dios, deberían de hacer una ofrenda específica al Señor. Esta ley tipifica eso que hace al creyente más valuable en referencia al propósito de Dios.

Levítico 27:1-7

1 Habló Jehová a Moisés y le dijo:

2 «Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguien haga un voto especial a Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así:

3 Al hombre de veinte años hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario.

4 Si es mujer, la estimarás en treinta siclos.

5 Si tiene entre cinco y veinte años de edad, al hombre lo estimarás en veinte siclos, y a la mujer en diez siclos.

6 Entre un mes y cinco años de edad, entonces estimarás al hombre en cinco siclos de plata, y a la mujer en tres siclos de plata.

7 Pero si tiene sesenta años de edad o más, al hombre lo estimarás en quince siclos, y a la mujer en diez siclos.

Esta ley es un dibujo de la evaluación que Dios hace a Su pueblo. Resumamos esta evaluación:

Hombres de 20 a 60 años = 50 siclos

Mujeres de 20 a 60 años = 30 siclos

Hombres de 1 mes a 5 años = 5 siclos

Mujeres de 1 mes a 5 años = 3 siclos

Hombres de más de 60 años = 15 siclos

Mujeres de más de 60 años = 10 siclos

Espiritualmente hablando, estas figuras representan nuestro valor ante el Señor con respecto a Su trabajo. Debemos distinguir esta ofrenda de la otra mencionada en Éxodo 30.

Éxodo 30:12-16

12 «Cuando hagas un censo de los hijos de Israel conforme a su número, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona al ser empadronado, para que no haya entre ellos mortandad a causa del censo.

13 Esto dará todo aquel que sea censado: medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda reservada a Jehová.

14 Todo el que sea censado, de veinte años para arriba, dará la ofrenda a Jehová.

15 Ni el rico dará más ni el pobre dará menos del medio siclo, cuando den la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas.

16 Tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones y lo darás para el servicio del Tabernáculo de reunión; y será como un memorial para los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas».

Esto es una ofrenda obligatoria. Dios ordenó que cada uno, en Israel, hiciera una ofrenda de medio siclo al Señor. No importaba si eran ricos o pobres, jóvenes o viejos - siempre que tuvieran más de 20 años. Todos estaban obligados a pagar el medio siclo.

Este medio siclo era para la redención de las almas de Israel. Por tanto, el medio siclo de plata habla de la redención de Cristo por Su pueblo.

1 Pedro 1:18

18 pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata,

Con respecto a la redención de Cristo, todos tenemos que pagar el medio siclo, ni más ni menos. Así, referente a la salvación, todos somos evaluados igual ante Dios. Pero en Levítico 27, el nivel de siclos no es igual para todos. Así pues, referente a la salvación, todos somos evaluados con igualdad ante Dios. Pero en Levítico 27 no era igual para todos. La evaluación era hecha basada en el género de la persona y su edad. En tanto que el medio siclo de Éxodo 30 era obligatorio, la ofrenda en Levítico 27 era voluntaria.

Está claro es significado espiritual. Con referencia a la salvación, todos tenemos el mismo valor a los ojos de Dios - todos pagamos medio siclo. Sin embargo, con respecto al trabajo y servicio, algunos tienen más valor que otros. El paralelo a esto encontrado en Levítico lo encontramos en el Nuevo Testamento cuando diferenciamos entre el regalo (la salvación) y el premio (el pago por el servicio) - entre la carrera (la salvación) y la corona (el pago por el servicio). Todos los creyentes reciben el regalo y corren la carrera, pero no todos ganan el premio de portar la corona.

Habiendo visto en Levítico 27 que habla de nuestro valor ante Dios en función de nuestro servicio espiritual, tenemos ahora que preguntarnos ¿quienes son más valiosos para Su trabajo?. De acuerdo con Levítico 27, aquellos más estimados eran los jóvenes. Los hombres entre 20 a 60 años eran los que tenían mayor valor (50 siclos.)

Tengamos presente que Dios no nos habla literalmente, Él nos muestra algo en sentido espiritual. No está diciendo que los hombres cristianos de 20 a 60 años representan aquellos que son espiritualmente vigorosos y fuertes. Estos son los santos que están listos para dar la batalla por Dios. En Números 1 descubrimos que eran los hombres de más de 20 años los que -estaban listos y dispuestos para entrar en batalla por Israel-.

1 Juan 2:13-14

13 Os escribo a vosotros, padres,

porque conocéis al que es desde el principio.

Os escribo a vosotros, jóvenes,

porque habéis vencido al maligno.

Os escribo a vosotros, hijitos,

porque habéis conocido al Padre.

14 Os he escrito a vosotros, padres,

porque habéis conocido al que es desde el principio.

Os he escrito a vosotros, jóvenes,

porque sois fuertes

y la palabra de Dios permanece en vosotros,

y habéis vencido al maligno.

Aquí Juan habla de tres clases de personas en la iglesia: los niños, los adultos y los padres. Notemos lo que dice acerca de los jóvenes: -porque habéis vencido al maligno... porque sois fuertes-. Aquí encontramos un tipo contrario al de Levítico 27. De nuevo, Dios nos está apuntando el hecho de que los fuertes espiritualmente, son los elegidos para la guerra espiritual y son los más valiosos para Su obra. Estos son los vencedores, que se enfrentan al enemigo y recobran la tierra para Dios. Ellos tienen el espíritu de Caleb y sus corazones carecen de miedo.

Dando el cien por cien

En el Nuevo Testamento continuamos encontrado el principio de que, en el trabajo de Dios, algunos creyentes son más valiosos y útiles que otros. Hablando acerca del efecto de la Palabra sobre el corazón humano, nuestro Señor Jesús dijo...

Mateo 13:8

8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta y cuál a treinta por uno.

Este pasaje se refiere al dar frutos. Antes de que comentemos este verso, es beneficioso reconocer que las Escrituras hablan de varios aspectos de portar fruta. El primer aspecto se refiere a la presencia de los frutos. En algunas parábolas, el Señor Jesús distingue entre aquellos que no dan frutos y los que los dan.

Lucas 13:7

7 Y dijo al viñador: -Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo hallo. ¡Córtala! ¿Para qué inutilizar también la tierra?-.

El segundo aspecto de dar fruta se refiere a la calidad de la fruta que se porta. Algunos árboles dan buenos frutos, en tanto que otros los dan malos; algunos frutos perduran mientras que otros se pierden.

Lucas 6:43-44

43 »No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto,

44 pues todo árbol se conoce por su fruto, ya que no se cosechan higos de los espinos ni de las zarzas se vendimian uvas.

Dios desea de nosotros demos buenos frutos y que perduren.

En Mateo...

Mateo 13:8

8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta y cuál a treinta por uno.

...aprendemos que hay diferentes niveles de producción de frutos. No todo el mundo produce la misma cantidad. Algunos dan el 30, otros el60 y otros el 100 por ciento. Aquellos que dan el 100 por ciento, son los más útiles para el propósito de Dios. Estos son los vencedores. A pesar de que Dios ama a aquellos que producen el 30 y el 60 por ciento, no son tan útiles como aquellos que producen el 100 por ciento.

¡Que nosotros no nos contentemos con producir menos del 100 por ciento!

Oro, Plata y Piedras Preciosas

De nuevo descubrimos el mismo principio en Corintios.

1 Corintios 3:10-13

10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo, como perito arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

11 Nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.

12 Si alguien edifica sobre este fundamento con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y hojarasca,

13 la obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la pondrá al descubierto, pues por el fuego será revelada. La obra de cada uno, sea la que sea, el fuego la probará.

Este pasaje no trata de un juicio para determinar nuestra salvación, sino que describe un juicio que trata sobre la utilidad espiritual de cada uno y el tipo de premio que trae consigo. Dios nos muestra que el trabajo espiritual de algunos es como madera, heno y barro. La madera, el heno y el barro vienen naturalmente de la tierra. No pasan por ningún proceso de transformación. Por tanto, no son preciosos, sino fáciles de destruir. La madera representa la naturaleza humana, el heno su esfuerzo y el barro señala a la debilidad y disformidad humanas.

Todo servicio espiritual que emana de nuestra vida natural, es madera, heno y barro. Y será destruido. No importa que nuestro trabajo sea bueno en apariencia, si encuentra su origen en nuestros talentos naturales o heredados (aquellos que hemos recibido de Adán) de poco servirán para la obra de Dios. Las habilidades naturales están en la carne, pues -todo lo que es nacido de la carne es carne- (Juan 3:3). Ya que nuestros talentos naturales han nacido con la carne, estos son incapaces de producir algo que tenga un valor eterno o espiritual.

Juan 6:63

63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Por el contrario, la obra espiritual de algunos es como oro, plata o piedras preciosas. Esos elementos son imperecederos. Todos ellos apuntan al servicio espiritual que es forjado por el Espíritu Santo por medio de su relación con Dios. El oro representa la naturaleza de Dios, plata la redención de Cristo y la piedras preciosas el trabajo de transformación del Espíritu Santo. Estos trabajos emanan de la vida resucitada de Cristo y vivirán por siempre. Separados de Cristo no podemos hacer algo que tenga valor.

Juan 15:5

5 »Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.

De acuerdo con 1 Corintios 3, entonces Dios no está tan interesado en la cantidad de trabajo como lo está en el origen de nuestro trabajo. Está más preocupado con los materiales con que construimos que con el tamaño del edificio. Es el trabajo de los vencedores es que es valuado lo suficiente para poder soportar el fuego del juicio de Dios. Este es el de aquellos que pueden producir oro, plata y piedras preciosas. El origen de su trabajo es la vida de Cristo y no el de sus poderes naturales. Como veremos en el próximo capítulo, los vencedores pagan un alto precio para producir tan verdadero y duradero ministerio. (Tomemos nota que Dios se lleva toda la gloria por cualquiera de las obras que Él hace por medio nuestro. El verdadero ministerio procede exclusivamente de Él. Aquí estamos enfatizando el lado humano de nuestra responsabilidad de cooperar con Dios.)

Aumentando el talento

En Mateo 25:14-30 leemos la parábola de los talentos. En esta parábola encontramos que Dios dispensa diferente cantidad de talentos a cada individuo.

Mateo 25:15

15 A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

El talento representa la medida de dones recibidos de Dios.

Efesios 4:7

7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

Con respecto al servicio espiritual, algunos creyentes tienen más dones que otros, sin embargo, Dios no está preocupado con la cantidad de talentos con los que cada uno comienza, sino lo que hace con ellos.

Aquellos que esconden sus talentos por miedo caerán en el desagrado de Dios. Son aquellos que son capaces de aumentar sus talentos por medio de su uso, los que recibirán el favor de Dios.

¿Acaso todos los creyentes aumentan sus talentos?

Aparentemente no, puesto que el Señor Jesús nos previene contra aquellos que los esconden. De nuevo vemos en esta parábola que existen niveles de utilidad espiritual. ¡Seamos de aquellos -fieles y sabios sirvientes- que incrementan sus talentos!

Preparándonos para el uso del Señor

Una buena definición del significado de vencedor la encontramos en...

2 Timoteo 2:20-21

20 En una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; unos son para usos honrosos, y otros para usos comunes.

21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra.

El vencedor es un utensilio para usos honrosos. Son santificados, separados y listos para el uso del Maestro. Son como herramientas del Señor, útiles para Su propósito. Por otro lado los útiles para usos comunes no son utilizados para el propósito del Señor, son herramientas que no funcionan debidamente y, por tanto, tienen que ser descartadas de todo servicio.

En la iglesia de hoy, (la gran casa) hay utensilios para honor y algunos para usos comunes. Si embargo, la Escritura es muy clara en afirmar que cualquiera puede ser un utensilio para el honor si así lo decide. Pablo escribe, -Si un hombre se purifica de estas cosas, será instrumento para honra...-. Los vencedores son aquellos que toman esta decisión.

Las tres partes del progreso espiritual

La Biblia contiene una pauta característica de las varias etapas en el caminar del creyente. Estas características están representadas por el número tres. En nuestro estudio de las escrituras aprendemos que la tercera progresión es la última.

Consideremos el tabernáculo de Moisés. En el tabernáculo hay tres compartimentos: 1) El patio exterior, 2) El lugar santo, y 3) El lugar santísimo. Existe gran cantidad de enseñanza en el tabernáculo. Sin embargo, va más lejos de este estudio el enumerar los detalles. Sin embargo, la progresión en el tabernáculo está muy clara. Uno tiene que, en primer lugar, entrar por el patio exterior, luego al lugar santo y finalmente al lugar santísimo donde la gloriosa presencia de Dios habita en plenitud.

Deuteronomio 16:16

16 »Tres veces cada año se presentarán todos tus varones delante de Jehová, tu Dios, en el lugar que él escoja: en la fiesta solemne de los Panes sin levadura, en la fiesta solemne de las Semanas y en la fiesta solemne de los Tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías;

Aquí aprendemos, que las siete fiestas de Israel estaban agrupadas bajo tres fiestas anuales: 1) La Pascua 2) Pentecostés y 3) Tabernáculos (ver también Éxodo 23:14; 34:22) Lo mismo que en el tabernáculo, estas tres fiestas también contienen una rica enseñanza acerca de Cristo y la iglesia.

Otro ejemplo de las tres partes de la progresión espiritual la encontramos en el viaje de Israel por el desierto. A pesar de que Israel acampó en 42 lugares diferentes en el desierto, hay tres lugares importantes en su peregrinar: 1) Egipto 2) el desierto y 3) Canaán. En primer lugar abandonó Egipto, un tipo de sistema del mundo, deambuló por el desierto, un tipo de prueba espiritual, y finalmente entró enCanaán, un tipo del reino de Dios. En todos esos tres ejemplos, todos los que logran vencer, entran en la tercera progresión.

El hombre niño

Tal como hemos ya establecido, las semillas de la verdad en el libro del Génesis se recolectan en el libro de la Apocalipsis. Con esto en mente, consideremos el plan de Dios y los vencedores a la vez. En Génesis leemos lo siguiente:

Génesis 3:15

15 Pondré enemistad entre ti y la mujer,

y entre tu simiente y la simiente suya;

esta te herirá en la cabeza,

y tú la herirás en el talón.

Dios predijo que la -simiente de la mujer- heriría la cabeza de la serpiente. La simiente de la mujer se refiere principalmente a Jesucristo. Fue en la cruz donde Cristo hirió la cabeza de Satán (su primer poder). Es interesante, sin embargo, notar que el verso continúa diciendo que la serpiente herirá el talón de Cristo.

Esto se refiere que el trabajo de Satán ha sido cumplido contra el cuerpo de Cristo, la iglesia. Hemos notado, previamente, que la iglesia es Cristo en la tierra - la tierra como forma corporativa de Cristo (1 Corintios 12:12) Por tanto, -la semilla de la mujer- de Génesis 3:15, no solamente apunta al Señor Jesús, sino también a Su cuerpo, la iglesia. Todos aquellos que ha resucitado con Cristo, son parte de Su semilla.

Pongamos ahora nuestra atención en Apocalipsis y veamos la realización de Génesis 3:15.

Apocalipsis 12:1-5

1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.

2 Estaba encinta y gritaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

3 Otra señal también apareció en el cielo: un gran dragón escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas tenía siete diademas.

.......

5 Ella dio a luz un hijo varón, que va a regir a todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

En este pasaje vemos aparecer los tres temas de Génesis 3:15: 1) la mujer, 2) la serpiente (ahora convertida en dragón) y 3) la simiente de la mujer (el hijo varón). Si consideramos las Escrituras detenidamente, descubriremos que el hijo varón no es solamente una referencia a Cristo (al igual que lo es la semilla de la mujer en Génesis 3), sino que también hace referencia a los vencedores en la iglesia. Consideremos los dos pasajes siguientes que muestran que el hijo varón es corporativo en naturaleza:

Apocalipsis 12:11

11 Ellos lo han vencido

por medio de la sangre del Cordero

y de la palabra del testimonio de ellos,

que menospreciaron sus vidas

hasta la muerte.

Apocalipsis 12:17

17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Estos dos versos muestran con claridad que el hijo varón incluye una compañía de personas. -Ellos- vencerán (al dragón) y -ellos- guardarán los mandamientos de Dios y darán el testimonio de Jesucristo. El hijo varón es -el remanente de su semilla-. En otras palabras, la semilla de la mujer que finalmente aplastará la cabeza de Satán, se refiere a Cristo por medio de los vencedores. El hijo varón de Apocalipsis 12 habla de Cristo y los vencedores de la Iglesia. Consideremos las siguientes Escrituras que apoyan esta conclusión:

Apocalipsis 2:26

26 Al vencedor que guarde mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones;

Apocalipsis 3:21

21 Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.

Aquí vemos que a los vencedores recibirán poder sobre las naciones y tendrán su sitio con Cristo en Su trono. En el Apocalipsis 12:5 también describe el premio del hijo varón con el mismo lenguaje.

5 Ella dio a luz un hijo varón, que va a regir a todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

Dios utiliza un grupo de Su pueblo (el hijo varón) para vencer a Satán en los últimos días. Donde quiera que estén los vencedores, Satán está obligado a retroceder. Los vencedores echan fuera a Satán de los lugares celestiales y arrojarán a Satán fuera de la tierra. (Apocalipsis 12:10,11,17) Es, por tanto, por medio de los vencedores en la iglesia que la victoria de Cristo es llevada a cabo y la tierra será tomada para testimonio de Dios.

Apocalipsis 12:11

11 Ellos lo han vencido

por medio de la sangre del Cordero

y de la palabra del testimonio de ellos,

que menospreciaron sus vidas

hasta la muerte.

Así pues, Apocalipsis 12 vemos el cumplimiento de Génesis 3:15.

Refiriéndose a la iglesia de Roma, Pablo escribe

Romanos 16:20

20 Y el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.

Dios está llamando a Su iglesia a vencer a Su enemigo por Él. Está instruyendo a Su pueblo a sacar a Satán de la tierra, a destruir al dragón y traer Su reino en existencia. Todos aquellos que escuchan este llamado y se ocupan en cumplirlo, son los vencedores. Ellos gobernarán naciones con vara de hierro y les será concedido sentarse en el trono de Cristo. ¡Que todos aquellos que tienen oído para escuchar estén dispuestos a dar la batalla por Dios para que pueda llevar a cabo Su eterno propósito en Cristo! Solamente entonces será cuando el corazón del Padre será plenamente satisfecho.

Una palabra de precaución

En la medida que tratamos de llevar a cabo el llamado de vencer, tenemos que mantenernos firmes ante la tendencia natural de dividir a nuestros hermanos en Cristo que no se adhieren a este llamado. La Biblia nos enseña que -el conocimiento envanece, pero el amor edifica-. A pesar de que es verdad de que Dios trabaja por medio del remanente, Él no quiere que nos convirtamos en jueces de esta causa. Además, Dios nos prohíbe de juzgar a nuestros hermanos.

Romanos 14:10-13

10 Tú, pues ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano?, porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo,

11 pues escrito está:

«Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios».

12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.

En Corintios Pablo advierte contra tales juicios diciendo:

1 Corintios 4:3-5

3 En cuanto a mí, en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros o por tribunal humano. ¡Ni aun yo mismo me juzgo!

4 Aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

5 Así que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones. Entonces, cada uno recibirá su alabanza de Dios.

Ambos, el introspección y el juicio del trabajo de nuestros hermanos, solamente conduce al orgullo, división y hasta la auto decepción. Tal como dijimos al comienzo del capítulo, los vencedores de la iglesia son simplemente aquellos que ven el propósito de Dios y lo cumplen. No pertenecen a una clase superior de cristianos, no son los elegidos ni la elite. Por tanto, cualquier grupo que diga que ellos son -los vencedores-, -la Novia- o -los hijos-, son divisivos y exclusivos. Aunque no se den cuenta, ellos han caído en el juego del enemigo. Tal exclusividad va, de hecho, contra el propósito de Dios en lugar de ayudar a llevarlo a cabo.

Aquellos que presionan hacia -la marca del premio que lleva consigo el alto llamado de Dios en Jesucristo- nunca son llamados para determinar quienes son los vencedores. Por el contrario, nosotros tenemos que aceptar a todos quienes han recibido a Jesucristo, no importa si son débiles espiritualmente o deficientes en la verdad.

Romanos 15:7

7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.

Romanos 14:1-3

1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.

2 Uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, solo come legumbres.

3 El que come de todo no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha recibido.

Esto nos incluye a nosotros. El cuerpo de Cristo en un lugar es la base de la hermandad de la iglesia, no un grupo de vencedores.

En estos últimos tiempos, la iglesia está en gran necesidad de vencedores. Dios está buscando a aquellos que Él pueda utilizar para Su causa y para Su interés. ¡Que Dios nos permita ser Sus vencedores y al mismo tiempo, nos quite todo el orgullo, introspección, juicios injustos y divisiones los que con ellos se deshonran Su Santo Nombre!

http://es.geocities.com/gamanel/html/vencedores.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario