El Camino a PARAMA PURUSHA es LA ENTREGA; y EL ENCUENTRO se da cuando te importa más el otro.
La DEVOCION DEL ENAMORADO junto a la emoción de sentirte amado, es la hoguera donde arde EL FUEGO DEL ESPIRITU.
Tanto caminar y al final volví a mi origen: todo cedió ante el Omnipotente ESPIRITU SANTO, y el Poder del Nombre de JESUS.
"NIEGUESE a sí mismo, CARGUE su cruz y SIGAME" ¿Eres posesion de Cristo o todavía mandas TU en SU casa?, la que dejó a tu cuidado.
No busques más... Sé EL... ESO QUE BUSCAS... pero no lo puedes identificar... ni en tí. Con DIOS lo tienes TODO. En vez de poner tu afán en Ascender como dicen todos en la "New Age", haz que venga el REINO DE DIOS a la Tierra. Ahí está la Perfección, en que EL haga en nosotros Su Gran Obra. Maranata!

07 febrero 2012

Dos misterios de Gozo.

La FE, te lleva al estado más elevado de certeza, el SER o CRISTO. El Camino de Jesús te saca del sometimiento causa-efecto (porque te sales de la lógica... ya no hay nada imposible... Dios llega a tí... por la FE... no llegas tu a Él, por la meditación) y te hace libre. Jesús te "convierte" en LIBERADO. Meditando, no sales de la rueda de la vida, como explican muchas escuelas espirituales... aunque puedes lograr otras grandes cosas, pero DIOS no está sometido a nada... en fin son todo conceptos, así que es vanal andar explicando. Para recibir, hay que ponerse delante de Uno que sepa y que te hable de como lo puedes experimentar por tí mismo. Y el mejor es JESUS que nos lo enseña en los evangelios.

Nos paramos hoy en un par de observaciones del CAMINO DE CRISTO.

De los cinco misterios que se rezan en el culto católico los lunes y sábados, recordando la parte del Nuevo Testamento donde se menciona el anunciamiento a María, nacimiento y otros sucesos significativos de la niñez de Jesús, vamos a destacar brevemente la lectura de los dos últimos, por ser los menos escudriñados, o así me lo parece. Y por ello propondremos dos simple explicaciones que les valdrán a aquellos que pongan intenciones en cada rezo de estos misterios.

Lo primero que tenemos que decir es que podemos disfrutar de un privilegio que no tuvieron los antiguos cristianos o seguidores del Dios de Abraham y es que nosotros si podemos estudiar las Palabras del Hijo de Dios y ellos habrían dado su vida por ello (Mateo 13,17). 

Se trata de:

4º Misterio: LA PRESENTACIÓN DE JESÚS AL TEMPLO
Evangelio según San Lucas (Lc 2,22-35).

"Cuando se cumplieron los días de la purificación prescrita por la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como prescribe la ley del Señor: Todo primogénito varón será consagrado al Señor. Ofrecieron también en sacrificio, como dice la ley del Señor, un par de tórtolas o dos pichones.
Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y piadoso, que esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías enviado por el Señor. Vino, pues, al templo, movido por el Espíritu y, cuando sus padres entraban con el niño Jesús para cumplir lo que mandaba la ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios diciendo:
“Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar que tu siervo muera en paz. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos, como luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”."
 
Propongo la siguiente intención:
Imitar a María, que ya cumplía con las costumbres y preceptos de su Iglesia, apoyándola, acrecentándola y sometiéndose al orden de las cosas del Señor, y eso que siendo La Madre, es mayor que la propia Iglesia.

Y para ir al Templo como lo hacía Simeón; no solo por cumplir, sino movidos por el Espíritu Santo; con paciencia; esperanza; y encontrando el consuelo en las promesas del Señor, (que hoy se revelan en los Evangelios). Imitemos esa esperanza viva, para poder ver al Señor, como lo pudo ver Simeón.


5º Misterio: JESÚS, PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO
Evangelio según San Lucas (Lc 2,41-52).

"Los padres de Jesús iban cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron a celebrar la fiesta, según la costumbre. Terminada la fiesta, cuando regresaban, el niño Jesús se quedó en Jerusalen, sin
saberlo sus padres. Estos creían que iba en la comitiva, y al terminar la primera jornada lo buscaron entre los parientes y conocidos. Al no hallarlo, volvieron a Jerusalén en su busca.
Al cabo de tres días, lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían estaban sorprendidos de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, se quedaron perplejos y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado angustiados.  Él les contestó: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo he de ocuparme de los asuntos de mi Padre?".
Pero ellos no comprendieron lo que les decía. Bajó con ellos a Nazaret, donde vivió bajo su tutela obedeciéndoles. Su madre guardaba todos estos recuerdos en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio, ante Dios y ante los hombres."

Intención Propuesta:
Que pongamos atención en nuestros quehaceres diarios, para no perder de vista al Señor. Por que cuando nos salimos de SU PRESENCIA, los que nos perdemos somos nosotros, no Él.

Y que en los momentos en los que nos separamos de Él, regresemos al lugar donde El siempre está esperándonos, PRESENTE; que es el Templo; bien físico o bien del corazón; pues en ambos está el Sagrario.

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